La iluminación: las claves del ahorro

El 18% del consumo eléctrico de una vivienda corresponde a la iluminación. La clave para ahorrar está en la elección de la bombilla adecuada. Una bombilla tradicional de 100W equivale a una fluorescente de 30W, a una halógena de 50W o a un LED de 15W. Sin embargo, por sus distintas características, no todas ellas proporcionan la misma eficiencia energética para cualquier escenario o uso; es preciso saber seleccionarlas para sacarles el máximo partido. A continuación, te ayudamos a descubrir cómo y cuándo usar esta nueva generación de luminarias.

Las tres tecnologías del ahorro
LED. La tecnología más ahorradora. Consumen un 90% menos que las antiguas incandescentes y tienen una vida útil de hasta 25.000 horas. Todos sus materiales son reciclables.

Fluocompactas. Ahorran hasta un 80% y pueden durar hasta 10.000 horas. No recomendables para lugares de paso o donde se encienda y se apague la luz con frecuencia.

Halógenas Eco. Consumen un 30% menos de electricidad, comparadas con las tradicionales incandescentes, y duran el doble (unas 2.000 horas).

 

Las claves para elegir
A la hora de elegir una bombilla, debemos tener en cuenta, además de la potencia (W) otras características que vienen reflejadas en la etiqueta. Esta información te ayudará a elegir la bombilla más adecuada a la ubicación y el uso que le vayas a dar. Mira aquí más detalles de: Cómo elegir bombilla

Fíjate en la etiqueta

En el envase de las bombillas puedes encontrar la información más relevante para elegir la bombilla que necesitas. Te ayudamos a entenderla.

La demanda de potencia en vatios en comparación con la demanda de las bombillas incandescentes: muestra la potencia de la bombilla en relación a una bombilla incandescente con la misma emisión de luz.

Temperatura de color en Kelvin

(K): luz amarilla (2.700-3.200K), natural (3.200-4.000K) o blanco frío (4.000-6.500K).

Lumen por watt (lm/W): lúmenes de la bombilla divididos por su potencia, lo que nos indica la eficiencia de la bombilla.

Clase de eficiencia energética: las bombillas fluocompactas y los tubos fluorescentes deberían pertenecer al menos a la clase A y los LED preferiblemente a la clase A+.

Índice de reproducción del color (Ra): el índice máximo de reproducción del color es Ra=100. Ra=80 está bien; Ra>90 está muy bien.

Lumen: indica el flujo luminoso (o intensidad de la luz).

Capacidad de encendido y apagado: indica cuántas veces se puede encender y apagar la bombilla antes de que falle.

Tiempo de vida útil media en horas y años: tiempo después del cual al menos un 50% de las bombillas funcionan completamente.

 

Watt (W): potencia eléctrica de una bombilla.

Tiempo de calentamiento hasta que se alcanza un 60% del flujo luminoso: las flu

 

ocompactas y los tubos fluorescentes necesitan un tiempo de calentamiento hasta que dan su máxima emisión de luz.

Contenido de mercurio: es solo relevante en las bombillas fluorescentes. Para las bombillas de calidad el valor debe ser <1,5mg.

Opción de regulación: indica si es compatible con reguladores de luz.

Piensa en la ubicación y el uso que le vas a dar

Piensa en la ubicación y el uso que le vas a dar

Para elegir la bombilla más adecuada debes tener claro dónde la vas a colocar y qué uso le vas a dar. En este plano te recomendamos qué tipo de bombillas utilizar en cada estancia de la casa.

 

 

 

LED, la iluminación mas eficiente
Son las más eficientes. Tienen una vida útil de entre 10.000 y 25.000 horas (de 10 a 25 años) y permiten reducir el consumo de energía un 90%, en comparación con una incandescente con la misma luminosidad. Presentan un índice de reproducción del color (IRC) de al menos 80 Ra. Tienen una duración de al menos 10.000 ciclos de encendido/apagado. Su precio es

mayor, pero la inversión se recupera rápidamente por el ahorro energético.

¿Cuáles son sus beneficios?

  •  Encendido instantáneo.
  •  Alta eficiencia energética (clase energética A+).
  •  Larga vida útil.
  •  Disponibilidad inmediata de todo el flujo luminoso.
  •  Buena reproducción del color (si son de alta calidad).
  •  Son regulables (si se usa un regulador adecuado).
  •  Tecnología óptima para la iluminación direccional (ej. focos).
  •  No se calientan.
  •  Sin mercurio.

¿Dónde y cómo usarlas?

Son una buena elección para toda la casa, incluso para el exterior de la vivienda, sobre todo, en lugares en los que la luz tiene continuos encendidos y apagados.

Bombillas fluorescentes compactas: una buena opción para muchos tipos de iluminación

Las bombillas fluocompactas (CFL) son conocidas como “de bajo consumo” y permiten reducir el consumo de energía un 80% en comparación con las incandescentes. Tienen una vida útil de entre 6.000 y 10.000 horas (equivale a 10 años), un IRC igual o menor de 80Ra, y una duración de 10000 ciclos de encendido/apagado.

  • ¿Cuáles son sus beneficios?
  • Alta eficiencia (3-4 veces más que las incandescentes).
  • Larga duración (5-10 veces más que las incandescentes).
  • Buena calidad de iluminación para muchos usos generales de alumbrado que no requieran luz brillante.
  • Bajo precio de compra en comparación con el LED.
  • Buena capacidad de encendido de las bombillas y tubos optimizados para el encendido y apagado frecuente.

¿Dónde y cómo usarlas?

Su uso ideal, dado que les cuesta encenderse y alcanzar su punto de máxima luminosidad, es en lugares en los que la luz estará mucho tiempo encendida, como un salón o una cocina. Es mejor evitar su uso en espacios donde su encendido y apagado sea constante (acorta su vida útil), como en pasillos o escaleras

Halógenas Eco
Este tipo de bombillas tienen una vida útil de 2.000 horas. Permiten reducir el consumo energético entre un 20% y un 30%, en comparación con una incandescente. Aportan mayor intensidad de luz y alcanzan elevadas temperaturas, para lo que suelen utilizar cristal de cuarzo, que soporta muy bien el calor.

¿Dónde y cómo usarlas?

Debido a su rápido encendido, son recomendables donde sea necesario su arranque instantáneo y durante no mucho tiempo, como un pasillo o un trastero. También donde se requiere una reproducción cromática buena con temperatura de color cálida. En contrapartida, suponen mayor potencia y consumo.

No obstante, es una buena opción para el uso de reguladores.

Utiliza aparatos de regulación
Hay varios aparatos con los que controlar el gasto en luz.

• Los detectores de movimiento permiten automatizar el encendido y apagado de la luz en l

as zonas de paso, como pasillos, escaleras o el wc, con el consiguiente ahorro.

• Con los reguladores puedes aumentar o disminuir la intensidad de la luz según desees, reduciendo así también el consumo. Se pueden fijar a la pared y controlar con un mando a distancia, o colocarlo directamente en el cable de la lámpara. Ten en cuenta que no son válidos para todas las bombillas, consulta con tu vendedor.

• Los relojes y programadores te ayudan también a controlar el consumo. Son capaces de apagar

 

automáticamente la luz a una hora predeterminada, por ejemplo en pasillos o en habitaciones poco usadas como el garaje o el trastero.

Sustituye las viejas bombillas por otras eficientes y combínalo con otros dispositivos.

Coloca detectores de movimiento en zonas de paso, pasillos o habitaciones de poco uso. Permiten automatizar el encendido y apagado de la luz cada vez que detectan la presencia o ausencia de las personas, con el consiguiente ahorro.

Utiliza reguladores de luz para ajustar la luz a cada momento o actividad concreta. Puedes aumentar o disminuir la intensidad de la luz reduciendo así también el consumo. Se pueden fijar a la pared y controlar con un mando a distancia, o colocarlo directamente en el cable de la lámpara. Ten en cuenta que no son válidos para todas las bombillas, consulta con tu vendedor.

Aprovecha la luz solar. Con los motores de persiana y los toldos con sensor solar/crepuscular aprovecharás la luz y el calor del sol en invierno y evitarás pérdidas de energía en verano.

Limpia las bombillas. La suciedad les resta eficiencia.

No derroches luz. Aprovecha la luz del día y apaga las luces al salir de las habitaciones.

 

Utiliza luces directas para trabajos como leer, estudiar… y elimina las luces indirectas que suponen un mayor consumo al ser de mayor potencia.

Si tienes instalados tubos fluorescentes, continua utilizándolos, consumen mucho menos que las bombillas tradicionales.

Pinta paredes y techos de colores claros.