Es importante dar la forma deseada al seto cuando éste es joven. El brote principal debe quedar intacto hasta que la punta haya alcanzado la altura deseada. Los demás brotes se cortan por la mitad. Para evitar calvas en las ramas inferiores, debe cortar el seto en forma trapezoidal. De lo contrario, la parte inferior del seto recibirá muy poca luz.
Es indispensable un mantenimiento regular. Se recomienda utilizar cordeles tensados si desea conseguir líneas rectas. Si el seto se deforma, lo mejor es aplicar un corte a fondo, pero tenga cuidado, porque hay algunos arbustos, como las coníferas, que son especialmente sensibles a esta poda a fondo en sus ramas antiguas.
Los arbustos que florecen en verano y el aligustre se deben podar en invierno, durante el descanso de la vegetación. A primeros de agosto se hará una nueva poda. Se deben respetar estas fechas para no perjudicar a los pájaros en su incubación.
Los arbustos perennes o de aguja hay que podarlos en primavera, justo antes de su brote, o todavía en otoño. Se deberán recortar un poco los brotes nuevos y todos los brotes antiguos que se pueda para estimular su crecimiento. Así conseguirá un seto espeso que le protegerá de las miradas de los curiosos.