¿Cómo elegir un Taladro?
Un taladro básicamente es una herramienta que tiene entre sus partes un accesorio rotatorio. Normalmente, este accesorio es una broca, pero también puede ser una fresa, un destornillador, un agitador de pintura o una piedra de lijado. Las brocas permiten perforar agujeros en madera, plástico, piedra, granito, cemento, hormigón, metales ligeros e, incluso, algunos tipos de hierro y acero.
En el mercado se encuentran decenas de taladros disponibles para todo tipo de presupuestos y con diferentes características, por ello una guía para adquirir el taladro más adecuado es siempre un recurso de utilidad.
A la hora de elegir un taladro debemos tener en cuenta una serie de consideraciones que nos ayudarán a tomar la decisión adecuada, como también, los accesorios que lo acompañarán. Por empezar, las tres preguntas fundamentales que debemos hacernos son:
- ¿Qué tareas vamos a hacer con el taladro?
- ¿Con qué material trabajaremos?
- ¿Con qué frecuencia usaremos el taladro?
Es decir, ¿queremos el taladro para perforar mampostería, para utilizarlo de vez en cuando en tareas de decoración del hogar, para un trabajo ocasional de reparación o bricolaje, o para construir, por ejemplo, una terraza?
Existen dos tipos de taladros que, a priori, resolverán estas cuestiones:
Taladros con cable y taladros sin cable o inalámbricos
Los taladros con cable tienen más potencia y velocidad, y son aptos para trabajos más duros, como la perforación de mampostería, ladrillos, granito o la mezcla de pinturas o cemento. Por su parte, los taladros inalámbricos son portátiles, ahorran la molestia del cable y la necesidad de un tomacorriente, pero son menos potentes y su autonomía está sujeta a la duración de la batería. No obstante, los últimos modelos presentan grandes avances y pueden llegar a tener un rendimiento similar a los taladros con cable.
Por lo tanto, y en términos generales, a menos que debamos realizar trabajos pesados en mampostería u otros de la construcción, un taladro inalámbrico de precio medio será suficiente y además funcionará no sólo para perforaciones en madera, plástico y metales ligeros, sino también como atornillador/destornillador.
Si por el contrario, lo que deseamos hacer con el taladro son trabajos más duros aún, como perforar hormigón, losas o pisos, entonces más que un taladro común será preferible un rotomartillo, que tiene la potencia y la acción percutora necesaria para este tipo de materiales.
La frecuencia con la que pensamos usar el taladro también es un factor clave. El uso continuo o habitual requiere más potencia y por ello los taladros con cable son los más adecuados en este caso. Asimismo, debemos tener en cuenta que la batería de los taladros inalámbricos se agota si la herramienta no se usa con frecuencia, por lo que puede ser que cuando la necesitemos debamos primeramente recargar la batería.
Una vez que hemos decidido el tipo de trabajo, el material a taladrar y la frecuencia de uso habremos determinado qué taladro nos conviene más.
Sin embargo, en este punto existen aún más consideraciones para efectuar y son las siguientes.
Potencia
La potencia de los taladros con cable se mide en vatios y cuanto mayor sea su valor, más poderoso será el taladro. El intervalo de potencia varía, según los modelos, entre 500 y 1000 W. La potencia normalmente debe reflejar la solidez del taladro completo, es decir, un taladro con una mayor potencia deberá contar con una caja de velocidades y cojinetes mucho más robustos que uno de por ejemplo 500-600 W.
Un taladro de menor potencia empleado en trabajos pesados funcionará a la máxima potencia todo el tiempo, llevando a sus componentes casi al límite de sus posibilidades, mientras que una herramienta de mayor potencia funcionará con menor esfuerzo para hacer el mismo trabajo, con la consiguiente reducción de su desgaste.
La potencia de los taladros sin cable se clasifica según el voltaje que entrega la batería. La mayoría de los modelos para bricolaje poseen una batería de 9,6 a 18 V, mientras que algunos de hasta 32 V están destinados a los usuarios profesionales.
Tamaño y peso
Estos parámetros pueden variar ampliamente. Algunos taladros con percutor pesan más de 5 kg. Muchos consideran estos modelos demasiado pesados para el trabajo sostenido. En cuanto al tamaño, los taladros pequeños se sentirán más cómodos y fáciles de usar en espacios reducidos que algunos de los modelos más voluminosos.
Velocidad
Tanto los taladros con cable como los inalámbricos pueden tener una, dos o tres velocidades. Los taladros de una sola velocidad (2000/2500rpm) son los más económicos, pero carecen de versatilidad.
Modelos más completos poseen velocidades fijas, generalmente dos, que son seleccionadas por el operador. La primera es más lenta, es ideal para perforar metales y otorga mayor fuerza de torsión para atornillar, mientras que la segunda es más rápida para perforar materiales más duros.
Los modelos aún más sofisticados incluyen un control de velocidad variable, donde la velocidad cambia infinitamente hasta un límite prestablecido. Normalmente, la velocidad se controla con el gatillo: cuanto más se presiona el gatillo, más rápida es la velocidad del taladro. El control de velocidad variable permite iniciar la perforación del agujero a velocidad lenta, para reducir el riesgo de que la broca resbale y dañe la pieza de trabajo. Luego, a medida que la broca comienza a penetrar en el material, se puede incrementar la velocidad para terminar el trabajo. Sin embargo, los largos períodos de uso a baja velocidad deben intercalarse con breves períodos de funcionamiento a alta velocidad para evitar el recalentamiento del motor.
Tamaño y tipo de mandril
Los taladros más antiguos venían con una llave que permitía abrir y cerrar sus mandíbulas para el montaje/desmontaje de las brocas y demás accesorios. Hoy en día, con los modelos de mandril sin llave, el montaje y desmontaje de los accesorios se realiza de modo sencillo y sin preocupaciones por localizar llaves perdidas.
El tamaño del mandril determina el tamaño de eje que puede admitir. Las medidas más comunes son de 3/8 y 1/2 pulgada (10 y 13 mm). El primer tamaño es adecuado para trabajos ligeros y servirá para la mayoría de las tareas cotidianas, pudiendo aceptar todo tipo de accesorios cuyo eje no sobrepase los 10 mm de diámetro. Los mandriles de 1/2 pulgada son indicados para trabajos pesados y admiten ejes de hasta 13 mm de diámetro.
Función de percusión
La función de percusión desplaza el mandril rápidamente en un movimiento de martillo, permitiendo que la broca avance en materiales duros como ladrillos y mampostería. La mayoría de los taladros con percutor tienen un interruptor para activar/desactivar la función percutora, lo que contribuye a la versatilidad de la herramienta.
Cuando se utiliza la acción percutora debe emplearse una broca especial, diseñada para girar a unas 3.000 revoluciones por minuto a la vez que golpea a razón de unos 40.000 impactos por minuto.
Empuñadura y diseño ergonómico
Todos los taladros presentan dos tipos principales de empuñadura: en forma de pistola y en forma de “T”, aunque muchas veces ambos tipos se combinan en un solo modelo para equilibrar el peso y mejorar el control de la herramienta. Para trabajos que requieren perforaciones en lugares estrechos, se encuentra disponible un tercer diseño, que son los taladros angulares: se trata de herramientas más cortas, que pueden caber en lugares difíciles y perforar en ángulo recto.
El diseño ergonómico permite facilitar el agarre y el uso del taladro, y además ayuda a reducir la fatiga. Sin embargo, no todos los usuarios tienen la misma opinión acerca del diseño. Por lo tanto, a la hora de elegir un diseño debemos sujetar el taladro y asegurarnos de que el agarre sea cómodo, que todos los controles sean de sencillo acceso y que la herramienta sea fácil de usar.
Tipo, amperaje y recarga de la batería
Existen tres tipos principales de baterías para los taladros inalámbricos. Las más antiguas son de níquel-cadmio (Ni-Cd) y aunque son las más baratas tienen poco amperaje. El amperaje de la batería también es un factor importante, ya que su magnitud indicará la duración de la misma. El amperaje se mide en Ah y varía entre aproximadamente 1,1 y 2,4 Ah.
El segundo tipo está constituido por las baterías de níquel e hidruro metálico (Ni-MH) que presentan la ventaja de no tener ningún efecto de memoria, es decir, cuando la batería pierde la capacidad de carga después de varias recargas. Finalmente, las baterías de ion de litio (Li-ion) son las que ofrecen mejor rendimiento, mayor potencia y menos peso. También son las más caras, pero justifican el gasto.
Actualmente la mayoría de los taladros vienen con dos baterías y algunas se recargan en una hora o menos, por lo que conviene decidirse por este tipo de baterías. Otros taladros cuentan con cargadores “inteligentes”, que permiten ver exactamente el progreso de la carga. Una vez que la batería está completamente cargada, el cargador inteligente se apaga de forma automática para impedir la posible sobrecarga.
Una vez que hemos considerado todas estas características para la decisión de compra de nuestro taladro, podemos ponemos exquisitos y buscar otras que también son muy útiles. Por ejemplo:
Función destornillador: Prácticamente todos los taladros inalámbricos incorporan esta función. Se trata de un dispositivo de control de torque o par que apaga el taladro cuando se alcanza cierta fuerza de rotación. El tamaño del tornillo y el material donde éste se introduce influyen en el torque necesario para un trabajo en particular. Normalmente, el ajuste se realiza mediante un dial numerado que puede tener hasta 31 posiciones, donde los números bajos corresponden a un torque bajo. Esto ayuda a que los tornillos no penetren en exceso ni queden demasiado apretados.
Pocos taladros con cable ofrecen control de torque. Pero si están provistos de un control de velocidad variable y de la función de marcha en reversa pueden adaptarse sin problemas como atornillador/destornillador.
Para perforaciones con la utilización de accesorios de mayor diámetro, como brocas planas, sierras copa, hay que utilizar herramientas con mayor relación de torque y realizar aplicación con velocidad de giro adecuada, de acuerdo con el material y diámetro de perforación.
Función de marcha en reversa: Como acabamos de indicar, esta función transforma el taladro en un destornillador eléctrico, por lo que es aconsejable si nos decidimos por un taladro con cable. La función también es útil para ayudar a desalojar una broca atascada o cualquier otro accesorio que quede atrapado en cualquier tipo de material.
Tope de profundidad: Algunos taladros incorporan un tope de profundidad que evita que la broca penetre más allá de lo deseado. Sin embargo, es preferible que el tope pueda desmontarse fácilmente de la herramienta cuando no se necesita. El uso de dicho accesorio permite fijar la profundidad deseada en la perforación y evitar que el mandril entre en contacto con el material perforado.
Mangos auxiliares ajustables: permiten un mayor control del usuario durante el funcionamiento.
Freno automático: permite que la broca se detenga inmediatamente una vez que se deja de apretar el gatillo.
Cable largo: es aconsejable para los taladros con cable. Algunos modelos vienen con un cable de 4 metros, lo que otorga una gran libertad de movimiento y evita el uso de prolongadores (alargues o extensiones) que pueden ser peligrosos.
Pantallas térmicas y ventiladores de refrigeración: son útiles para proteger el taladro del sobrecalentamiento, lo que significa que se podrá utilizar durante más tiempo y se preservará el motor. Es un detalle a tener en cuenta si el taladro se emplea durante largos períodos en uso industrial.
En resumen
Los taladros con percusión son los apropiados para perforaciones en diversos materiales, incluso mampostería. A su vez, los taladros sin percusión son los más indicados para perforaciones en metal debido a su mayor precisión de agujero. Si como profesional realiza más perforaciones en metal, es recomendable utilizar un taladro sin percusión.
Cuando compremos un taladro debemos asegurarnos de que su funcionamiento se ajuste a nuestras necesidades, así como la de los materiales en los que vamos a trabajar. Tener la herramienta adecuada puede significar una gran diferencia en la forma de hacer el trabajo, así como en el grado de satisfacción que acompañará el resultado final.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]